Sinopsis:
Chris y Cathy siempre han intentado proteger a sus hijos del doloroso secreto familiar. Se han entregado en cuerpo y alma para que Jory, Bart y la pequeña Cindy tuvieran la infancia feliz que a ellos una vez les fue arrebatada. Sin embargo, y a pesar de todos los esfuerzos, jamás conseguirán escapar de sus propios fantasmas. La armonía familiar que habían construido se desvanece con la llegada de una nueva vecina, una misteriosa anciana vestida de negro que siempre les está vigilando. No tarda en seducir a Bart, un niño con un gran poder imaginativo, invitándolo a comer helados y galletas. Poco a poco la actitud del pequeño va cambiando como si alguien, o algo, lo empujara a la locura y a la violencia. Pero esto es solo el principio. Chris y Cathy están a punto de perder todo aquello que aman... quizás para siempre.
Opinión y experiencia personal:
Esta es una de las sagas que mas me fascinan, pero debo admitir que aunque este libro me gusto, no logro superar la sombra que sus dos antecesores dejaron. Aunque el libro es desarrollado con los mismo personajes y bajo el mismo concepto, Cathy deja que sus dos hijos: Jory y Bart, cuenten su historia. Es decir, el libro esta contado desde dos perspectivas con las que no estábamos familiarizados. El relato de Bart es un tanto dramático. Por el otro lado, el de Jory, cae un poco en lo simple, y en algunas parte se torna aburrido. En esta entrega seguimos escuchando de nuestra dulce Cathy, y nuestro sensato Chris. Cathy demuestra una parte de las personas, que suele ser muy humana; el miedo a crecer. Cathy demuestra todas las dudas, los temores y las falsas visiones de un momento de su vida que ya no existe, que la asaltan constantemente. Chris, por su parte, solo fracasa en intentar calmar todas las emociones encontradas de Cathy, un hombre ocupado que vive frustrado, ya que uno de los hijos de sus esposa no logra simpatizar con el. Otros de los personajes que podemos disfrutar de esta saga son los hijos de Cathy. Jory un joven bailarín con un futuro prometedor, dotado de belleza, gracia, inteligencia y múltiples habilidades. Un hijo respetuoso, honrando los valores que sus padres le enseñaron. Por otro lado, Bart, todo lo contrario a su hermano, un alfeñique, que aunque suele ser astuto, esta aptitud se ve opacada por la testarudez y la terquedad que caracteriza al personaje, un niño con falta de atención, deseoso de un cariño que el cree, nunca a recibido, ademas de ser un personaje muy manipulable. En conjunto, todos estos aspectos, hacen del libro una lectura disfrutable, debo admitir que no es una historia digna de veneración, pero si buscas un libro que sea entretenido, algo fuera de lo común; ya que, los temas tratados del libro y las escenas descritas en él, son sombrías y escalofriantes, podrías pasar un buen rato en compañía de este libro. ¿Continuaré con la saga? Claro, sin duda alguna, aunque el libro no podrá ser la mejor entrega de la saga, al menos te deja con ganas de saber mas acerca de la historia. Así que, no creo que sea un fracaso después de todo.
Frases destacadas:
- "Supongo que una de las cosas más tristes, cuando uno crece y se hace mayor, es que nadie es lo bastante grande y fuerte para levantarle a uno, sostenerle en brazos y hacer que se sienta de nuevo seguro."
- "Cuando te asalte alguna duda, piensa que que si conseguimos sobrevivir a lo peor, ¿no es lógico que posamos soportar lo peor?"
- "No pretendo herir tus sentimientos. Solo quiero que dejes de temer ha hacerlo todo mal; entonces, quizá consigas hacerlo bien."
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